No hay futuro, aseguraba uno de los himnos de los Sex Pistols en los años setenta. Y no podían estar más en lo cierto, su aparición e inmediata desaparición habla mucho de la honestidad de su existencia. Pero más aún de lo que la música rock experimentaría, para bien y mal, en las siguientes dos décadas.
Los Sex Pistols pueden haber existido por sólo dos años, pero cambiaron la esencia de la música popular para siempre. Con su imagen cruda y violenta apenas aparecieron fueron censurados en Inglaterra por considerarlos una amenaza a la estabilidad social. En América, no tendrían un impacto inmediato, pero la independencia de sus producciones y su concepto de hacer música —sin lineamientos preimpuestos— jugaron un papel fundamental en lo que vendría en el futuro.
Creada por el guitarrista Steve Jones y el baterista Paul Cook, la banda nació en el ambiente underground del Londres en crisis social de finales de los setenta. Ambos eran cliente frecuentes de la boutique del diseñador Malcolm McLaren; quien había trabajado en los Estados Unidos en la imagen de la banda punk estadounidense The New York Dolls. En la tienda trabajaba el bajista Glen Matlock, allegado al aún desconocido cantante John Lydon. Este más tarde pasaría a la historia de la música como Johnny Rotten.
La banda tocaba un estilo de Rock & Roll sencillo, y mientras lo hacía Rotten improvisaba letras acerca del aborto, la anarquía, el fascismo y la violencia, que al final los convertiría en enemigos número uno de los censores gubernamentales. Al poner sus letras en canciones Rotten se convirtió en el motor de la banda y el dolor de cabeza de Inglaterra.
La publicidad que vino cuando grabaron su primer sencillo Anarchy in the UK hizo que EMI despidiera a la recién contratada banda y que fuera vetada por la BBC. La segunda canción God Save the Queen, no hizo sino echarle más leña a fuego. Matlock —quien dejó la banda tras grabar este sencillo— fue reemplazado por Sid Vicious, un muchacho de la calle que ni siquiera podía tocar el bajo, pero que en su irreverencia resumía el mensaje de Rotten. Qué importa si no tocamos, los cerdos de las disqueras aún nos grabarán porque producimos dinero.
Tras estos dos sencillos, The Sex Pistols sacó a la venta su primer álbum Never Mind The Bollocks, Here’s The Sex Pistols en 1977 y viajó a los Estados Unidos para promocionarlo en 1978. La gira, sin embargo, apenas duró 14 días gracias a problemas internos del grupo causados sobre todo por la incapacidad de Vicious de tocar el bajo. Tras un concierto en San Francisco —que no terminaron—, Rotten dejó la banda y viajó a Nueva York donde creó su propia banda, PIL, Public Image Limited. Y aunque McLaren trató de continuar, Cook y Jones también renunciaron.
Hasta hoy en día, se siguen publicando trabajos por los Pistols, pero son más que todo grabaciones no producidas para publicarse o jammings inéditos que cuando más pueden ser clasificadas como «simple ruido».
En 1996, para celebrar su vigésimo aniversario, The Sex Pistols se unieron nuevamente para emprender una gira internacional que llamaron Filthy Lucre Live, irónicamente haciendo referencia a su asco por la comercialización de la música que cantaban en los setenta. Cómo cambian las cosas…
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Never Mind the Bollocks. Here’s The Sex Pistols (EMI, 1977)< Mientras que los críticos muchas veces han descrito a Never Mind The Bollocks como cualquier cosa menos música, esto no puede ser considerado sino un terrible error de juicio. Las canciones de Rotten puede que no tengan la carga intelectual de muchos otras bandas de los setentas, pero su ataque sarcástico contra la afectación de sociedad británica es cuando menos genial. Escritas de manera que casi obligadamente condujeran a la confrontación entre clases sociales, las mismas eran rudas, pesadas y tenían toda la intención de causar el mayor efecto posible. Never Mind The Bollocks resumió en su momento la frustración, la rabia, y el descontento de la clase obrera británica con el sistema establecido. Y lo mejor de todo es que las cualidades del disco no han disminuido ni un gramo desde entonces, inspirando a cada nueva generación de músicos con el concepto de autonomía y rebeldía. Never Mind es simple y llanamente uno de los discos más importantes de la historia del rock. Una pieza fundamental en cualquier colección que se respete. Canciones a oír: Anarchy in the UK, God Save the Queen, Holidays in the Sun, Pretty Vacant, New York |
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The Great Rock & Roll Swindle (Island, 1988) Soundtrack del documental del mismo nombre. Editado después de la separación del grupo, tiene varias piezas interesantes, incluyendo una versión disco de «Anarchy» y una versión de «My Way» cantada por Vicious. Canciones a oír: My Way, Anarchy in the Uk, Black Arabs |
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Filthy Lucre Live (Island, 1996) Disco en vivo producto de la gira de reunión que realizaron en 1996. Sería un crimen decir que el disco es malo. Pero la realidad es que no hay nada nuevo aquí. las mismas canciones de siempre…en vivo. No es lo mejor de lo poco que grabaron y aunque no toque, hace falta la imagen de Vicious. |
Canciones a oír: nada nuevo.
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