Los Yanquis de Nueva York serán los campeones de la Serie Mundial del 2004. Sí, dije los Yanquis, no el equipo que está en el último lugar de la Liga, los perdedores Mets de Nueva York. Este año fue increíble para los fanáticos de los Yanquis. Tuvo sus altas y bajas, pero no todas bajas como los Mets, cuya temporada terminó una semana después de comenzar. Déjenme aclarar algo antes de empezar: si no sabes mucho de béisbol, debes saber que no existen fanáticos de los Mets, solo envidiosos de los Yanquis.
Los fanáticos de los Mets, como siempre son eliminados al comienzo de temporada, siempre van por los 29 equipos restantes (hay 30 en grandes ligas) y ahora mismo todos los fanáticos de los Mets son fanáticos de los Marlins de Florida. Qué triste.
Pero vayamos al punto que quiero hacer. Una de las cosas que hace que los Yanquis siempre compitan en la Serie Mundial es su dueño, Mr. George Steinbrenner. Los Yanquis llegaron segundos en la Serie Mundial de este año, y eso hay que reconocerlo —porque aunque no ganamos— Mr. Steinbrenner no hizo como el dueño de los Mets quien (ups) los llevó a terminar a 36 juegos del primer lugar, 20 detrás de los Marlins, y eso a pesar de una nómina de $130 millones de dólares. Yo prefiero que mi equipo sea segundo en la Serie Mundial antes que verlo descalificado en mayo.
La crítica más común a los Yanquis es que nosotros tenemos mucho dinero y por eso siempre llegamos a los play-offs o a la Serie mundial. Para empezar, la razón por la que los Yanquis tienen dinero ES porque siempre estamos en los play-offs o en la Serie mundial. Y las ganancias que se producen de todos estos juegos adicionales va a parar a las manos de nuevos jugadores y no a las manos del dueño del equipo como muchos piensan.
Mr. Steinbrenner quiere ganar siempre. Si va a poner un equipo en el campo, quiere que ese equipo sea un ganador. Los Mets no tienen un equipo emocionante, así que los fanáticos no van mucho al estadio y por eso no hay dinero para comprar súper-estrellas. Los Mets trataron de comprar su serie este año, pero no pudieron competir con el más grande, fuerte y RICO hermano mayor.
Pero ya está bueno de hablar de estos perdedores y de sus fanáticos quienes no tienen NADA que hacer desde el Juego de las Estrellas. Los Mets pueden hablar una y otra vez de cuando ganaron la serie en 1986. Pero los fanáticos de los Yanquis tenemos toda la temporada para hacerlo y para apoyar al equipo que amamos, los Yanquis de Nueva York. El lema de los Mets es «We Believe» («tenemos fe») el de los Yanquis es «We Know» («nosotros sabemos»).
Otra vez, esta fue una gran temporada para los Yanquis, altos y bajos como siempre, pero emocionante de todas formas. Los Yanquis tuvieron una serie de lesiones esta temporada como la de Derek Jeter en el primer juego del año, lo que resultó en casi 5 meses con un hombro dislocado. Otros lesionados incluyeron a Bernie Williams, Jason Giambi, David Wells, Nick Johnson, y el cerrador Mo (Mariano Rivera). Los Yanquis también tuvieron que enfrentar cambios en todo el rooster debido a la ausencia de Steve Kersey por todo el año.
Hubo algunos cambios interesantes y algunos buenos negocios con agentes libres aún fuera de la temporada. Como la compra del japonés Hideki Matsui, el cubano José Contreras y —en medio de la temporada— Aaron Boone. Los Yanquis llegaron inclusive a comprar un jugador de los Mets, Armando Benítez, pero en un buen ejemplo de por qué los Mets pierden y nosotros ganamos, lo dejamos ir rápidamente. Benítez, en una racha terrible, fue conservado por los Mets durante meses. Esa es la diferencia entre los dos equipos. Los Yanquis SABEN cuándo apretar el gatillo, mientras que en esto los Mets apestan. Los Yanquis cambiaron a Mr. Cachorro Benítez a Seattle por Jeff Nelson.
Hubo cantidad de problemas entre la gerencia del equipo, los entrenadores y Mr. Steinbrenner. Pero al final hay que estar claros: él es el jefe y uno mejor hace lo el jefe dice, como en toda organización.
Con todos sus problemas los Yanquis igual llegaron de segundos, así que aquí va un mensaje para los fanáticos de los Mets: DEJEN DE SER TAN ENVIDIOSOS Y VAYAN POR UN EQUIPO GANADOR.
Los fanáticos de los Yanquis fuimos a los play-offs de este año con más confianza que el año pasado, cuando nuestra temporada llegó a un abrupto fin en la primera ronda. Este año los Yanquis lograron pasar la primera ronda de los play-offs venciendo a los jóvenes y rápidos Mellizos de Minessotta. En el segundo round enfrentamos a nuestro odiado archienemigo, los Medias Rojas de Boston. Estos juegos fueron como una Serie Mundial, y tuvo de todo. Grandes juegos, con increíble picheo y bate. También tuvo la pelea, que con todas las consecuencias y errores, sólo le añadió a la emoción que ya existía.
Por supuesto, los Yanquis sobrevivieron los 12 innings del séptimo juego, cuando el fantasma de la Navidad pasada de los Yanquis, cargó una pelota por encima de las gradas del left field convirtiéndola en un jonrón ganador a manos de Aaron Boone. Dejamos llorando a Boston y pasamos a la Serie Mundial que rompería los corazones de todos los fanáticos
Los jóvenes, rápidos y hambrientos Marlins de Florida impresionaron a los Yanquis en el sexto juego de la serie del 2003 en su misma casa, el estadio de los Yanquis en el Bronx. Los Marlins ganaron de 4-2. Sin cabras ni nada, sólo un montón de jugadores mostrando lo mejor de sí y lo mejor de cómo se juega béisbol.
Felicitaciones a los Marlins de Florida y sus fans, los verdaderos fans, los que los apoyan todo el año, y no del tipo de los que los apoyan sólo cuando su equipo es eliminado —y sólo para ir contra los Yanquis… como los fanáticos de los Mets.
Los Yanquis firmarán con estrellas más grandes y volverán a los play-offs el próximo año. Los Mets terminarán de últimos otra vez y sus fans saldrán a celebrar con otro equipo. Perdedores.
Para concluir sólo tres palabras en inglés: LET’S GO YANKEES.
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