Que año ha sido este para el béisbol. Los Yanquis de Nueva York han tirado por la borda la serie mundial… otra vez. El equipo de $180,000,000 estaba seguro de que ganaría la Serie Mundial en contra de los novatos Marlins de Florida. George Steinbrenner ya casi podía sentir la copa en sus manos. Bueno, ¿sabes qué George?… tu equipo apesta. Esta serie mundial por fin te ha probado que el dinero no lo compra todo y que tras ganar la serie contra los Mets en el 2000, la racha de los Yanquis por fin y para siempre se ha acabado.
Por pura suerte llegaron a la Serie Mundial al año siguiente, y sólo para perder en contra de otro equipo en expansión con apenas 4 años de historia: Los Arizona Diamondbacks.
Analizando esto tenemos que, en tres años, los Yanquis se han ahogado en su propia historia. Fueron vencidos por dos equipos en expansión, que no tenían nada que perder, mientras ellos se la jugaban. Cómo puede Mr. Steinbrenner explicar a sus amados fans semejante cosa. Que tras gastarse el equivalente al presupuesto de algunas naciones, su All Star New York Yankees ¡¡APESTA!!
Ahora que la temporada se ha acabado, el viejo George ha perdido la cabeza y se ha lanzado en una cacería de brujas cargada con las malacrianzas por las que es bien conocido. Se ha vuelto completamente loco. Quiere deshacerse de todos los entrenadores y jugadores y gastar más en jugadores de otros equipos para convencerlos de que jueguen en los Yanquis. Y todo esto sin darse cuenta (o no querer aceptar) que toda la culpa la tiene él mismo.
Don Zimmer, uno de los entrenadores de los Yanquis de New York, ha sido el primero en explotar al expresar que le es difícil calarse a George Steinbrenner. La respuesta profesional de George: le quitó el carro a Zimmer. Don está furioso como casi todos los demás jugadores. Y la prueba de que se estaba aguantando esto desde hacía mucho se puso en evidencia en el sexto juego contra los Medias Rojas de Boston. Steinbrenner había estado soplando esa bomba por años, pero mientras más inflas un globo, más alto y duro explota.
Eso fue lo que pasó en el Fenway Park en el juego 6. El pitcher de los Medias Rojas Pedro Martínez tiró una bola por detrás del Yanqui Karim García y se la prometieron. Al siguiente inning, Roger «caza cabeza» Clemens lanzó alto y adentro a Manny Ramírez, y ahí fue cuando comenzó la sanpablera.
Mientras trataban de calmar a Ramírez y Clemens, Don Zimmer, explotó. ¡Y cómo exploto! Zimmer corrió fuera del bullpen pensando que Pedro Martínez era George Steinbrenner y le tiró un puñetazo. Pero a la velocidad con que Zimmer le tiró a Martínez, Pedro se agachó, se amarró los zapatos, se tomó una taza de café y entonces empujó al gordo en el piso. Zimmer estuvo sobre su espalda por 12 minutos, y cuando finalmente se levantó, le preguntó a Derek Jeter si había ganado la pelea. Esto es una maldita vergüenza y todo es culpa del dueño de los Yanquis de Nueva York.
A mí me gusta Don Zimmer, pero esto es lo que George Steinbrenner hace con sus empleados, los vuelve locos. ¡Hey Zim! Vete a otro equipo y disfruta del béisbol como deporte. No desperdicies el resto de tu vida en una organización donde no se te respeta y que vive en el pasado. Tú mereces más que eso.
La razón por la que escribo todo esto es porque cada vez que los Yanquis pierden, todo sus estupidos fanáticos dicen como un millón de veces «Al menos nosotros hemos ganado 26 Series Mundiales». ¡Hey! ¡Despierten! Yo me gané un concurso de salsa hace 6 años y ustedes no me escuchan trayendo eso a colación cada vez que voy a bailar a un club. Además, a quién le importa un rábano. Los Yanquis de Nueva York pueden gastarse toda la plata que les de la gana, pero no van a volver a ganar la Serie Mundial en mucho tiempo.
Hey George, en vez de gastarte todo este dinero en tratar de lograrlo, por qué mejor no mejor vas y te compras un cerebro y una personalidad. Me han dicho que en algunas partes los venden bien baratos.
Yo trabajo con este Mongo que dice que su sangre es azul y blanca, el color del uniforme Yanqui. Cuando los Yanquis pierden un juego, se lo toma personalmente y no nos habla por días en la oficina. ¡Hey!…. ¡¡Despierta!! ¿Los Yanquis te pagan el sueldo? ¿Te pagan la hipoteca? o mejor aún, ¿acaso crees que a los Yanquis tú les importas algo? Y este idiota es uno de los ejemplos más decentes de los fanáticos de los Yanquis.
Pero allá afuera hay montones peores que él. Yo le digo a Mongo que sería más fácil si aceptara la verdad: que los Yanquis apestan. Tómalo como un hombre. Los Yanquis de Nueva York no ganarán otra serie en lo próximos diez años. ¡Despierta y huele el café!
Mi amigo, en las noches, reza desde dentro de su pijama de los Yanquis, con la muñeca de Don Zimmer en la mano. Pero ya está bueno, porque no importa cuanto rece, sólo hay una cosa que debes esperar y saber: los Yanquis apestan.
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