Gorki Águila, líder de la banda cubana Porno para Ricardo, salió bajo libertad condicional el pasado 16 de marzo, tras pasar una temporada en la cárcel bajo cargos que levantaron más de una suspicacia. De status cuasi legendario, tal vez el mejor argumento para escucharlo es que no forma parte de una oposición organizada; sólo es un músico con opiniones universales que parecen trascender la guerra de desgaste entre Miami y La Habana. Siente nostalgia como otros cubanos por las comiquitas soviéticas y apuesta incondicionalmente al efecto liberador del sexo y la gozadera.
Simón Bravo: Probablemente tu frase más famosa es «Esta guitarra es rusa y tiene que morir». ¿Crees que la represión hacia el rock viene de la moral soviética heredada por el régimen?
Gorki Águila: Desde el principio la fórmula de esta revolución ha sido copiar la experiencia soviética, y a mi modo de ver es un error garrafal tropicalizar la ideología bolchevique. Aquí en este país se sentía que habíamos perdido una colonización para ganar otra. Algunos slogans de la época decían que los rubios del Norte nos querían decir lo que teníamos que hacer y yo creo que eran los rubios del Este los que lo hacían. Incluso creo que si no hubiéramos sido colonizados por los rusos, de por sí la propia estética comunista es dogmática y estrecha de horizontes, por mucho que parezca lo contrario, y no creo que en todos los terrenos se estaba haciendo revolución sino todo lo contrario, involución. El rock siempre ha sido en su fase más genuina un género muy radical, contestatario, nada oficialista y en contra de lo establecido. Además, representaba y representa la cultura del enemigo, y todas estas son razones por demás fuertes para que el rock y su cultura siempre haya sido un tema muy incómodo para este gobierno.
SB: ¿De dónde salió la letra de «El Cake»?
GA: La letra de «El Cake» fue totalmente improvisada por Ricardo, mi amigo pintor (tremendo personaje) en uno de sus estados más naturales, para muchos no naturales. Simplemente queríamos hacer una canción en la cual no se respetara un texto coherente. En este país hay un prejuicio en cuanto a que el texto tenga casi calidad literaria un poco influenciado por la tradición de la vieja y la nueva trova. Lo que yo rapeo es más o menos parodiado de una improvisación de Irakere que ahora mismo no te puedo decir cuál es.
SB: También tienen una canción en ruso llamada «Los músicos de Bremen». ¿De quién es?
GA: La canción no es de Porno Para Ricardo, es de la banda sonora de «Los músicos de Bremen», uno de los muñequitos rusos más repetidos aquí en los años 80. Aquí hubo siempre una tendencia muy lógica, ya sabes, a poner más muñequitos soviéticos que norteamericanos, de ahí proviene la añoranza de generaciones como la mía que en su infancia fueron acribillados por estos dibujos animados y que hoy por haber formado parte de nuestra niñez los recordamos con un sabor raro, una especial nostalgia. El motivo de montar esta canción, además de la nostalgia, fue por el idioma en que se canta. Quisimos hacer una canción para burlarnos un poco de aquellos grupos que aquí en Cuba, por un problema de mimetismo o no sé qué, cantan en inglés.
SB: Tú dices que quieres transmitir goce a partir de tu goce. Que la gente en Cuba no está para el sacrificio ni para el futuro y que nadie se cree el discurso oficial. Pero entonces qué nos queda. ¿A cuenta de qué nos debemos portar bien en el Caribe sin moral católica ni comunista? ¿Crees que nos vendría mejor una ética del placer, donde respetemos al otro en virtud de que puede disfrutar tanto como uno?
GA: Recuerda que It’s Only Rock & Roll. Si nosotros planteamos el placer es porque esa alternativa no se encuentra en el discurso cotidiano de los medios y de la cultura política de años de revolución. Simplemente es para comunicar que todo no es sacrificio, que todo no es patria o muerte, que no todo es futuro. Yo creo que la vida hay que vivirla con placer y con erotismo. Puede que la felicidad no exista, pero estoy seguro de que el placer sí.
SB: En la «Trilogía Sucia de la Habana» Pedro Juan Gutiérrez dice que la realidad abyecta de la escasez y la ausencia de futuro y salidas ha generado una orgía desenfrenada ¿algo de eso en tu pana Ricardo?
GA: En Ricardo hay un ejemplo de algo que es bien generalizado. Yo soy de los que cree que los momentos de crisis generan sexo de una manera o de otra. No sé si este ejemplo te sirva pero desde el punto de vista individual, aunque no sea una crisis grande, yo acudo perfectamente a la masturbación para lograr una relajación o un olvido momentáneo del problema. Dime tú cuánto más, todo un pueblo sufriendo y lleno de problemas, para colmo tropical y caluroso. Literalmente desde este punto de vista usted puede ver sexo libre en cualquier esquina de La Habana. Desde otro punto de vista, si se quiere, la crisis puede significar por consecuencia intolerancia, represión, dogmatismo. Y el sexo en mucha medida, si se ve desde una posición abierta y liberatoria, significa exactamente todo lo contrario.
SB: En 2002 hubo un golpe de estado en Venezuela donde los medios se autocensuraron y no transmitieron las imágenes de quienes estaban a favor del presidente. Esto ha desatado un boom de medios alternativos. Por ejemplo, apareció una página web llamada Aporrea.org, donde se le da espacio a la gente pobre de izquierda para que se exprese. Y ahora se está lanzando Telesur con la idea de que los latinoamericanos nos conozcamos a nosotros mismos. Sin embargo los medios en Cuba censuran fenómenos como PPR y el cierre del Patio de María. Esto es algo que le hace doler la barriga a más de un izquierdista. Durante el vacío de información de la población en 2002, la gente de Caracas empezó a rodar de boca en boca y por celulares lo que había ocurrido. ¿Ocurre lo mismo en La Habana? ¿Cómo circulan las ideas extraoficiales?
GA: Me imagino que casi igual como tú describes, pero sin celular, a partir del chisme. A mí me parece que Telesur no representa para el cubano una alternativa real de información ya que este siempre ha sido parte del discurso oficialista. Una alternativa concreta sería poner canales de otras televisoras de las que ustedes mismos pueden estar saturados. En este país son perseguidas hasta las antenas parabólicas (para recibir canales de televisión no emitidos en la isla), no te venden un simple reproductor de video en la tienda (por caro que sea) y muy pocos cubanos tienen Internet, por ahí saca tus conclusiones. Sin contar con el miedo que es casi cultural, nunca sabes exactamente con quién estás hablando para expresar lo que piensas realmente. Por esa parte tú le haces el juego al poder en cuanto a callar y autocensurarte. De alguna manera cada cubano forma parte de la seguridad del estado.
SB: No hay forma de conectar el cartel que hicieron ustedes (PORNO PARA RICARDO NO TIENE CONCIERTO ESTE SÁBADO) con la disidencia en Miami. ¿Crees que por eso te hayan intentado atacar desde La Jiribilla con un cuento conservador como el de Marlen y Tatiana?
GA: A mí me parece que actualmente hay cierta tendencia en algunas publicaciones de hacer creer que no ha pasado nada con nosotros, como decirle a la gente que conocieron mi caso que no es cierta toda esa propaganda de derecha que se ha formado. Hace poco también estuvimos en una entrevista oficial que sale rara vez, cada vez que ellos quieren, (en la asociación) que se llama Jarock de Café, como para decir que a Gorki se le deja hablar. También ha salido en La Jiribilla un artículo donde se menciona a nuestro grupo como un grupo representativo de la escena nacional que se presenta sin ningún problema en plazas oficiales, eso parece ser lo que dice este artículo. Y en cuanto al cuento, me parece que no es un mal cuento, está hecho por un escritor joven, recrea una metáfora literaria a partir de una canción mía. Marlen y Tatiana son dos muchachas reales y algo de toda la historia que cuenta es auténtica, pero lo hace desde una perspectiva teatral y trágica un poco exagerada, pero como recurso me parece válido, representa bastante lo que hacemos con el grupo.
SB: ¿Sienten algo por la música popular de la actualidad, el reguetón? En la BBC salió un reportaje donde un funcionario oficial cubano llamaba a tomar medidas contra la vulgaridad de este baile.
GA: Ya sabes, es clásico cada vez que surge algo nuevo, la necesidad y la mojigatería nunca pierden la oportunidad de hablar mierda, en particular no me interesa el reguetón, como moda al fin hay mucha mediocridad en él; pero también hay cosas auténticas, por ejemplo, a veces es cronista de un sector popular. Aquí en Cuba el que está prohibido en la radio es el que refleja de una manera muy simpática y creativa una de las maneras de subsistir del cubano actual negociando con el turismo, esto se ve en la prostitución y en cualquier otro nivel. En cuanto a otro tipo de música popular me interesa lo que yo crea que sea bueno ya sea tradicional o de vanguardia, incluso música no popular, clásica o de concierto.
SB: ¿Y los raves, hay movida electrónica en La Habana?
GA: Hay música electrónica en La Habana pero no como para llamarlo una movida. Conozco dos o tres DJ que hacen buena pincha pero como en otros ámbitos, ya sabes qué pasa: espacios, equipos, audio, aprobación gubernamental, promoción; no es común encontrar un rave.
SB: No te parece irónico que tu proyección en el exterior se deba precisamente a tus problemas en Cuba. El argumento en la democracia capitalista es que la protesta no sirve para nada porque te dejan hacerla pero simplemente nadie te hace caso. O sea que la censura es un arma de doble filo, porque al final casi que te hacen un favor, mientras que si no hubiera censura tal vez las expresiones de descontento no sirvieran de nada.
GA: Pues no me parece irónico sino lógico. En cuanto a cuál opción me gustaría más sentir; la de que te dejen hablar sin escucharte, o la de que no te dejen hablar y ni te oigan. Yo creo que si te dejan hablar, es algo, quizás la lucha sería no ser ingenuo y hallar el modo correcto para canalizarse. Quizás parezca poco objetivo porque no es mi realidad, pero ahí creo que hay algún vestigio de esperanza. En este lugar de lo que debes tener esperanzas es que ya no tienes esperanzas. El mecanismo silenciador es muy potente. En cuanto a lo de mi proyección en el exterior, por supuesto que no soy ingenuo, sé que hay gente que le gusta utilizar este tipo de noticia porque simplemente es un producto. Yo creo que realmente de lo que estamos hablando no es de sistemas (capitalistas o comunistas) sino simplemente de poder. Nunca el poder va a perder en cuanto a dejarte ganar a ti, siempre te va a hacer creer algo y te va a dejar hacer hasta cierto punto. Este punto es exactamente donde él se sienta agredido o donde pueda creer que sea débil. No porque yo odie el comunismo se debe entender que defienda el capitalismo. Creo que este último es otra mierda igual, sólo que con menos peste. Siempre por mucho que sepa qué es lo que es el capitalismo, lo voy a preferir. Si en algún sistema yo fuera revolucionario sería en el capitalismo, si hay algo que hacer sería mejorarlo, no construir el comunismo. Para mí la izquierda nunca es una alternativa.
SB: La objetividad es probablemente la mayor mentira de todos los medios en todos los países, no importa qué gobierno esté en el poder, ¿crees que debería existir un canal oficial de música y TV mostrando fragmentos de la realidad de todos los sectores sin comentario alguno?
GA: Quizás no sería mala idea, pero ya sabes, todo empieza muy bien y al final van a querer patrocinarlo la Coca-Cola o la Mitsubishi o qué sé yo … o la Habana Club. Yo creo que la gente debe tener acceso a una alternativa, para que quizás se empiece a crear una cultura del pensamiento individual, quizás esto te parezca simple o superficial pero no he reflexionado mucho sobre esto, a veces no creo que se puede hacer mucho…
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