Estoy seguro que no me equivoco al decir que Arnold Schwarzenegger es el actor más famoso y popular del mundo. Y esto a pesar del hecho que a) no sabe actuar y b) habla inglés como Tiroloco Mcgraw habla español, con un acento tan fuerte que tenían que doblarlo en las películas. Pero esto no hace sino echarle más leña al fuego. Arnold es el sueño americano materializado en 200 kilos de músculo, característica que lo podría convertir en el político en mejor forma del planeta.
En estos días Schwarzenegger es noticia debido a su decisión de correr por la jefatura de California en las elecciones para sustituir al actual gobernador, Gray Davis. Cargo para el que se ha estado posicionando desde hace bastante tiempo, porque, quién no va a votar por él. Arnold es popular, carismático, rico y, por Dios Santo, ¡el mismísimo Terminator!
Arnold nació, Arnold Alois Schwarzenegger en Thal, Austria el 30 de julio de 1947. Su padre fue miembro del partido nazi durante la Segunda Guerra Mundial y jefe de policía casi toda su vida. En la posguerra, las cosas se pusieron más difíciles para la familia, que ahora vivía en el segundo piso de la estación de policía. Para vivir en Thal, muy bien pudieron haber vivido en el Amazonas, pero sin mosquitos. Tal vez recordando esto, Arnold dijo una vez que prefería ser gobernador de California que dueño de toda Austria.
Pero la experiencia no le satisfizo. Según él mismo, su ego en esa época era tan grande, que consideraba que el juego en equipo no permitía que se reconociera su esfuerzo, por lo que se dedicó a deportes donde él hiciera todo el trabajo y recibiera todos los laureles. Según conocidos, desde pequeño deseaba irse del pueblo y mudarse a América. Incluso están los que dicen que una vez juró casarse con una Kennedy. Pero la cosa no sería tan fácil durante la época de la posguerra en Europa. Así que Arnold se dedicó a hacer deportes que eran, y aún son, la mejor forma para que un chico de pueblo saliera de abajo.
Estaba en esto cuando a los catorce años, viéndose en el espejo notó que su cuerpo estaba desproporcionado. Era alto, su caja toráxica era ancha, pero sus brazos y piernas eran más bien enclenques. Necesitaba brazos de por lo menos 50 cm. para que pudieran armonizar con el resto.
Tras entrenar solo por un tiempo, Kurt Marnul, un antiguo Mr. Austria vio el potencial de Arnold y lo invitó a que entrenara en su gimnasio en el cercano pueblo de Graz. Marnul fue quien lo introdujo al uso de esteroides. No pudiendo dedicarse a dos cosas al mismo tiempo, Schwarzenegger abandonó la escuela y se separó de su familia. Durante esa época se mantuvo siendo aprendiz de carpintería, y como escape a la vida pobre y retirada de Graz, empezó a experimentar con su físico.
Por no ser un estudiante, en 1965 fue reclutado para el servicio militar, y en el cuartel le prohibieron participar en concursos de físico-culturismo, los cuales eran comparados a shows de strippers. Schwarzenegger hizo caso omiso a la advertencia, y ese mismo año descubrieron que había ido a Stuttgart para una competencia. La amonestación fueron 8 días de arresto. A pesar de esto, cuando sus superiores leyeron la inscripción del premio le dejaron entrenar en su tiempo libre. El premio era el Mr. Europa Júnior.
Arnold Schwarzenegger es acreditado en solitario con la popularización del físico-culturismo, deporte en el que fue coronado Mr. Universo a los 20 años de edad en 1967. Un año tarde, Arnold se mudó a los Estados Unidos donde estudió administración de empresas y economía en la Universidad de Wisconsin; conocimientos que utilizó para invertir y gerenciar los premios que ganaba como físico culturista en bienes raíces y en una empresa de equipos para físico-culturismo. A los 25 años, ya era un millonario. Pero a pesar de sus logros, pequeños detalles lo mantenían marginado en lo que se convertiría en su pase a la Historia: el cine.
Para empezar, su apellido es prácticamente impronunciable; y segundo, inclusive hoy en día el Señor Terminator es difícil de entender debido a su acento.
Sin embargo, gracias a su físico, Schwarzenegger fue llamado en 1970 para protagonizar la pseudo comedia Hércules en Nueva York, apareciendo en los créditos como Arnold Strong (Arnold Fuerte). Toda la película fue doblada porque su acento era demasiado notorio como para que las audiencias lo entendieran. Igual la película fue un fracaso y la única razón por la que no pasó directo a video fue porque todavía no existía el VHS.
Arnold Schwarzenegger cayó en cuenta de lo importante que es la apariencia en los Estados Unidos y amigos cercanos de esa época, lo recuerdan como un tipo que nunca se sabe si está diciendo la verdad o no. Su imagen de buena gente, inocente y hasta inteligente, fue cultivada por él mientras en los tabloides rumores de anfetaminas, nudismo y homosexualidad, se colaban entre los chismes de otros más famosos que él. En 1987, por ejemplo, Playboy Magazine le preguntó si alguna vez habia usado drogas recrecionales. Arnold respondió con un severo y rotundo never. Sin embargo, en Pumping Iron hay una escena donde Arnold celebra el triunfo en el Mr. Olympia y de acuerdo al director de la película, George Butler, el habano que Schwarzenegger se fuma en el zenith de su gloria no es un habano, sino un gigantesco cacho de mariguana.
Estos años fueron particularmente oscuros y una buena historia para recordarlos es la que comentó recientemente el columnista del The Village Voice, Michael Musto. Este cuenta que en los 70’s, un amigo lo sorprendió parado en el lobby de un hotel conocido entre la comunidad de ambiente y al preguntarle qué hacía allí, Arnold respondió visiblemente nervioso «un amigo mío y yo acabamos de conquistar a una chica y estoy esperando mi turno… otra vez». Pocos días después de esto, un periódico le preguntó a su agente si Arnold era gay, a lo cual respondió sin pensarlo un segundo. «Jamás».
A pesar de esto, hubo un par de películas memorables; una de ellas histórica. La primera fue en 1976, con Jeff Bridges y Sally Field, llamada Stay Hungry, en la que hacía el papel de un físico-culturista. La segunda se ha convertido en un film de culto para cualquiera que practique el deporte: Pumping Iron. Este documental salió al mercado en 1977 y Arnold es, ¿adivinen qué? Exacto: un físico-culturista.
El papel de hombre grande, fuerte y de poco hablar (recuerden el problema con el acento) le quedó como anillo al dedo en la década de los 80, cuando las películas de acción requirieron este estereotipo a granel. En 10 años Arnold se convirtió en una de las estrellas de acción más importantes y sangrientas de Hollywood con Conan El Bárbaro en 1982 (27 muertos), Conan El Destructor en 1984 (otros 27), Terminator también en 1984 (22 y contando) Comando en 1985 (100 muertos y actual récord personal), Depredador en 1987 (47), The Running Man ese mismo año (15) y Total Recall en 1990 (49).
En los noventas, Schwarzenegger empezó a posicionarse en la política y como el body count de sus películas estaba en la silla caliente del congreso, quienes acusaban a la violencia en el cine de los crímenes que se cometían en la calle, empezó a bajar el numero de víctimas hasta el punto en que en Terminator 3, The Rise of the Machines (2003), en una escena donde tiene que escapar de unos 50 policías, logra hacerlo con una ametralladora sin ni siquiera rasguñar a un paco.
Para el momento, películas familiares del tipo Junior, Twins y Kindergarten Cop lo movieron hacia el terreno que más paga en el cine hollywoodense: las películas clase A, aumentando su exposición al público, a la vez que mejoraba su imagen de muchacho bueno que no rompe un plato.
Seguidamente, abrió y cerró su participación en la cadena de restaurantes Planet Hollywood, recibió la cifra récord —en ese entonces— de 15 millones de dólares por actuar en The Last Action Hero. Pero lo más importante, es que entró en el mundo de la política de la mano de George Bush papá, a quien le hizo campaña en California y quien —como agradecimiento— lo nombró Consultor de Aptitud Física del gobierno federal, cargo que aún se están preguntando para qué servía.
El sabor de la política le gustó a Schwarzenegger, y si los comentarios de sus antiguos amigos acerca de su forma de manejar su imagen son verdad, la profesión le viene a pedir de boca.
En 1977 Arnold Schwarzenegger conoció a la periodista Maria Schriver en un juego de tenis. Shriver es la hija del diplomático Sargent Shriver y Eunice Kennedy Shriver, hermana del ex-presidente John F. Kennedy, y tras un largo y publicitado romance se casaron en 1986 y al sol de hoy tienen 4 niños.
Si Schwarzenegger obtiene la gobernación de California (puesto que como hemos visto no es exactamente de su medida), el tipo quizás demuestre que la fuerza de la voluntad es más fuerte que la razón. Por otro lado, quizás sólo pruebe que la irracionalidad de los votantes en California no tiene límites, y por eso están donde están con 27 millardos en deuda pública que los pone a un paso de que Washington los devuelva a México sin pasar por GO ni cobrar 200.
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