Actualmente en el mundo están pasando cosas asombrosamente crueles e injustas, y cuando se piden explicaciones al respecto las respuestas siempre comienzan igual: «desde nuestro punto de vista es justo (o necesario) porque…bla bla bla…». Cualquier explicación que requiera comenzar con un «desde nuestro punto de vista», solo significa una cosa: lo que sea que sigue es total y absoluta paja.
Gracias a este recurso, en los últimos años hemos visto justificadas algunas menudencias como genocidios, golpes de estado e invasiones, ya que desde el punto de vista de algún mentecato, estas son justas y necesarias para el logro de algún objetivo, que usualmente está disfrazado de democracia, religión, derechos humanos o alguna especie en extinción.
Esta estrategia está basada en la convicción de que el viejo adagio que reza que “nadie es dueño de la verdad” es verdad, afirmación que, como acaban de ver, para que sea verdad, debe ser mentira.
Sin embargo, sabiendo que la reacción natural de todo ser humano que debe rendir cuentas, es patalear, no criticamos a quien la utiliza. A quien sí criticamos es al bolsa que las cree y las disemina verbatim. Especialmente cuando se trata de un medio de prensa.
La falta de curiosidad periodística ha convertido este recurso, a causa de su efectividad, en algo común, ya que pasa sin digerir, vía medios de comunicación, al consumo masivo de un público que cree que la prensa está haciendo su trabajo: ser inquisitiva. Y para ilustrar, pongamos un ejemplo:
La Casa Blanca, agosto 23, 2004
Rueda de prensa sobre la situación en Irak.
Bush: Invadí Irak porque creíamos que tenían armas de destrucción masiva.
Periodista: Pero, nunca hubo armas de destrucción masiva.
Bush: Bueno, como íbamos a saberlo, nadie tiene la verdad.
Periodista: Es verdad señor presidente, ¡está perdonado!
Alguien en alguna parte siempre sabe la verdad, y afirmar que nadie es dueño de ella es el recurso del que sabe que no la tiene o duda tenerla. Porque si alguien es dueño de ella, lo que saldrá de su boca es un “yo sé”, no un “en mi opinión…”. Esto no quiere decir que no se pueda decir “en mi opinión”. Lo que queremos decir es que, si alguien cree algo, automáticamente no significa que tenga la verdad y que otro no la tenga. Solo que usted ha decidido tener la suya propia y no le importa cuál es la verdadera.
Un buen ejemplo de esto es nuestro marciano favorito George Bush, quien desde que llegó a la presidencia de los EE.UU ha utilizado esta defensa a diestra y siniestra, yendo desde lo cínico (“yo creo que gané las elecciones”) a lo iluso (“yo creo que el mundo ahora es un lugar mucho más seguro”) a lo increíble (“yo creo en la libertad de expresión”) y a lo completamente redundante (“Yo sé lo que yo creo. Y continuaré expresando lo que yo creo, y lo que yo creo, yo creo que lo que yo creo está bien”).
Estas afirmaciones han ido acompañadas efectivamente con otro recurso que a la prensa últimamente le ha dado por aceptar como lógico: otro adagio que reza “si el río suena es porque piedras trae”. Puesto en otras palabras, repite una mentira mil veces y se convertirá en verdad. Mencionemos un par de casos que aún están frescos en nuestra memoria y donde se ha aplicado la “sabiduría” de estos proverbios:
1) El Reporte del Congreso de EEUU sobre los Ataques Terroristas del 11 de Septiembre de 2001, alias, Comisión Warren 2004
Este es uno de esos casos al que los amantes del “nadie es dueño de la verdad”, suelen aferrarse. Es verdad, hay un camión de hechos que se desconocen, pero no por eso nos vamos a conformar con un “inconcluso” como lo hicimos con Kennedy. Pues bien, es lo que hizo precisamente el reporte publicado por el Congreso de los EE.UU. que, en su búsqueda por determinar la responsabilidad del gobierno en el ataque, ¿adivinen a quién fue a preguntarle? Para no extendernos mucho, solo toquemos tangencialmente uno de los capítulos.
Casi todo lo que se sabe de los secuestradores del once de septiembre, proviene de las descripciones dadas por los pasajeros en los aviones, quienes en medio de la tragedia corrieron por sus celulares, al menos hasta que a alguien se le ocurrió preguntar ¿Cómo así?
Alguien que, como todos ustedes, ha ido en su carro hablando con un amigo por celular y de repente, clic, se sale del área de cobertura. Sin embargo, el 9-11-01, los pasajeros del vuelo 77 de American Airlines no solo fueron capaces de llamar desde un aparato volando a velocidad de crucero a alturas no cubiertas por las compañías celulares, sino que lo hicieron dos y tres veces. Pero como la tramposería sale, el 15 de julio del 2004 Qualcomm y American Airlines revelaron que en un esfuerzo conjunto las compañías crearon tecnología que permite hablar por celular durante el curso de un vuelo.
Uno de los primeros que notó este pelón fue el periodista “disidente” norteamericano Alan Cabal, quien inmediatamente llamó la atención sobre la llamada telefónica de Bárbara Olson a su esposo, el procurador del gobierno de Bush, Ted Olson. Según Olson, su esposa, que era un pasajera en el vuelo 77, lo llamó, dos veces, por cobrar. En las llamadas le dijo todo lo que se necesitaba para que el mundo llegara al punto en que nos encontramos hoy en día: los hombres eran árabes y estaban armados. También que los habían obligado a moverse al fondo del avión. Dos días más tarde, aparecieron más llamadas. Todas desde celulares, hasta que, como apunta Cabal: “el escepticismo asomó su fea cabeza”.
Allí todo el cuento de Olson cambió. Para empezar, no más celulares para la señora, (por favor inténtelo en este momento si tienen el celular a mano, 1-800- COLLECT) no se pueden hacer llamadas collect desde teléfonos móviles. Al menos no en los Estados Unidos. Después se dijo que había llamado desde un Airfone. Pero estos sólo están en los asientos y ¿no estaban ya todos en el fondo del avión?
Por suerte, se creó una comisión para que dilucidara todo este tipo de detalles y por fin se descubriera la verdad. ¿Saben cuántas páginas le dedica el Congreso a este asunto? Cero. El Departamento de Justicia y el FBI «creen» (Reporte, #57, pag. 455) que todo lo que dijo Ted Olson es verdad, porque ¿quién va a mentir sobre algo así? ¿verdad?
2) El Caso Venezuela
En Mayo del 2003 publicamos un artículo titulado “Manual para dar un golpe”, basado en la revelación del New York Times sobre la existencia de un manual de la CIA para organizar golpes de estado. Entonces indicamos las increíbles similitudes entre lo que sucedía en Venezuela y el capítulo titulado “Organización para crear el máximo de oposición pública”.
Uno de los puntos clave de este capítulo está en el financiamiento de los movimientos opositores, lo cual en el caso de Irán (el objetivo original del manual) se realizó vía el Servicio Secreto Británico y la CIA, y ahora en Venezuela, entre otras fuentes, a través del mal llamado National Endowment for Democracy (Fondo Nacional para la Democracia).
En su website, el NED se describe a sí mismo como un grupo administrado por “un directorio independiente, no partidista, que asigna cientos de donaciones al año para apoyar grupos pro demoocráticos…”. En otra página, confusamente afirman que el NED “es independiente del gobierno de los Estados Unidos…” pero “…completamente responsable ante el congreso”. Institución, por cierto, que aprueba su presupuesto.
Pero la realidad es que el NED solo apoya grupos prodemocráticos que están en línea con las políticas de Washington, como los cabrones anti castristas cubanos y los derechistas chilenos. Y en la misma línea, al día de hoy ha asignado más de un millón de dólares per annum a grupos opositores del presidente Chávez, para “monitorear” el proceso democrático. Según su website ellos también apoyan a “chavistas” y mencionan una larga lista de grupos recibiendo dinero que incluyen supuestos grupos oficialistas que, hasta donde pudimos chequear, no lo son.
El NED lo último que apoya es la democracia, a menos que sea Washington Style, y de independiente solo tiene su libertad para definir democracia. El fondo fue creado por Ronald Reagan a comienzos de su gobierno para quitarle la carga a la CIA de realizar cierto tipo de operaciones que la falta de credibilidad de la agencia ya no le permitía. Entre ellas, darle dinero a grupos subversivos para desestabilizar al estado. Todo el cuento que está en su website acerca de su origen, es una fábula.
En un reporte publicado por el Departamento de Estado de los EEUU titulado, “Una Reseña de la Política de EEUU hacia Venezuela (A Review of U.S. Policy Toward Venezuela)”, que abarca el período que va desde Noviembre de 2001 hasta abril de 2002, se indica que la NED, el Pentágono y diferentes programas de asistencia norteamericanos “proveyeron entrenamiento, crearon instituciones y apoyaron a los individuos y organizaciones que se entiende estuvieron envueltas activamente en el breve derrocamiento del gobierno de Chávez.” (Pág. 3)
Pero esto sólo lo dicen porque además de que es inocultable, tienen una excusa que más adelante, en el reporte, nos la sirven en vajilla de plata: “…en nuestra opinión, no hay evidencia de que este apoyo haya contribuido, o haya tenido la intención de contribuir a este evento.”
Si el NED es tan independiente ¿Por qué defenderse? ¿Por qué no dice el reporte algo como “El NED, etc. proveyeron fondos a los grupos envueltos en el derrocamiento del presidente Chávez, pero estos son completamente independientes y no tienen nada que ver con nosotros.”?
Porque no pueden: las «asociaciones independientes y democráticas»apoyadas por el NED son, entre otras, la Asociación Civil Primero Justicia, SÚMATE, CONSECOMERCIO, FEDECAMARAS, el COFAVIC, Fundación Momento de la Gente, Sinergia y Provea, los principales grupos opositores al gobierno venezolano.
El NED en Venezuela es representado principalmente a través del IRI, Internacional Republican Institute (Instituto Internacional Republicano), que en su website aclara que sus fondos provienen de fuentes “independientes” como el NED y el USAID, agencia que en los 70’s apoyó a los grupos “pro-democráticos” responsables, entre otras muertes, de la de Salvador Allende. Allí también aclara que su nombre no tiene nada que ver con el Partido Republicano norteamericano y que su misión en Venezuela es “fortalecer la democracia”, trayendo de vuelta a los partidos tradicionales que han expresado su voluntad de hacer lo necesario para reconstruir los partidos políticos del país, evitando cometer los errores del pasado.”
Debe ser por eso que el cabecilla de todo es Eduardo Fernández, líder del Partido Social Cristiano venezolano (lo que sea que esto signifique) y sospechoso habitual de la movida Opus Dei en el país, quien cínica o estúpidamente deja ver su relación en el website del partido.
Como vemos, hay un dicho para todo. Pero como lo que es igual no es trampa, dejémoslos con uno que, a la hora de encontrar la verdad, siempre ha cumplido con su cometido: Si tiene orejas de cochino, cara de cochino, huele a cochino y tiene patas de cochino, amigos míos, no importa la opinión de nadie, ¡eso es un cochino!
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