Izquierda, derecha, izquierda…Izquierda, derecha, izquierda…Izquierda, derecha, izquierda…Izquierda, derecha, izquierda. Latinoamérica se enzurdece señoras y señores, tiemblen todos que el pueblo avanza. Seis años atrás, o tal vez menos, la noticia me hubiera alegrado, a esta altura de los acontecimientos solo me contento si las cosas se hacen bien.
¿Qué significa la izquierda? O peor ¿qué significa la derecha? Nada, absolutamente nada más que una filosofía política.
Lula es de izquierda dicen todos, o decían, pero ¿es de izquierda su forma de gobernar? ¿Es de izquierda mantener en alto el poder económico de un país y permitir que las corporaciones decidan el futuro de los que al fin de cuentas son sus empleados?
Chávez es de izquierda, pero ¿Es de izquierda acaparar los millones de dólares del petróleo y usarlos para hacer política internacional mientras el pueblo sigue en la miseria?
Tavaré Vázquez es de izquierda, pero ¿Es de izquierda defender a las industrias papeleras multinacionales por sobre la destrucción del medio ambiente?
Kirchner se autoproclama de izquierda, pero ¿Es de izquierda pagar 10.000 millones de dólares al FMI cuando la mitad del país se muere de hambre?
Castro, o al menos su forma de gobernar, es de izquierda realmente, pero necesita una buena dosis de terror para mantenerse en el poder.
Michelle Banchelet es de izquierda ¿o es una candidata con principios sociales arraigados pero con un concepto capitalista de la economía?
Morales es de izquierda, y ganó en Bolivia porque aprendió a presionar de la mejor manera a los poderes debilitados por la pobreza.
Morales ganó porque hizo política a la antigua y Dios quiera que no tenga un sponsor oculto.
Morales ganó porque la masa humilde y pobre de Bolivia, por fin y luego de muchas penurias, se dio cuenta que era utilizada por los candidatos de turno.
Morales ganó porque es el fiel representante de esa gente y ellos son la masa boliviana.
Morales ganó porque no le permitieron ganar en las elecciones anteriores y en este caso los indecisos lo apoyaron.
Morales ganó porque supo operar internacionalmente su anti-capitalismo anti-norteamericano, y está bien visto en estos tiempos.
Morales ganó porque el pueblo quiere probar si es cierto que democracia es el gobierno del pueblo.
Morales ganó y deseo lo mejor para Bolivia, un país fantástico y de gente respetuosa, un país de amigos y paisajes enceguecedores. Espero le permitan maniobrar sus ideas y acciones de la mejor manera, espero no lo bajen como a tantos, espero no se case con Chavez ni con Kirchner, pues los amigos son buenos, pero si son más fuertes te terminan aplastando.
Considero muy apresurado hablar de izquierda en Latinoamérica, quizá podríamos considerar un socialismo capitalista o mejor dicho un capitalismo con conceptos sociales afianzados. Las últimas declaraciones de Evo Morales lo están transformando en eso, antes de asumir ya no es el mismo de la campaña y es probable que poco a poco incorpore ideas transformadas como lo han hecho todos aquellos que llegaron al poder desde la izquierda. Es lógico que suceda, las ideas suelen chocar contra la pared de la realidad y esta suele hacer tambalear al más intrépido y detrás del primer choque, viene la impaciencia popular por los cambios, el desafío más importante y peligroso al que se enfrentan los mandatarios dispuestos a cambiar las cosas.
El caso de Chile es diferente, si gana Michelle Blanchelet los cambios no serán muchos en el funcionamiento del país, sino que su propuesta se trata de una vuelta de tuerca a la distribución de la riqueza. Se trata de un equilibrio económico-social que solo pueden establecer los países con sus números en orden. Así las cosas espero que triunfe la doña y, Chile al menos, se transforme en el ejemplo a seguir que todavía no es.
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