International Pony

Sólo somos agua y corazón, química y electricidad.

Nos delatan el pozo profundo en la mirada

y los mares de la Tierra que se dibujan en nuestras ropas.

Algas en el fondo, veneramos las mareas,

sus mechas oscuras, sus viniles surcados como campos en primavera,

sus monitores azules, sus consolas, puntos rojos y azules

que nos abren los poros y dilatan las arterias.

Chispas en los dedos del demiurgo, margaritas lisérgicas en su jardín: crecemos a su antojo, sacudimos corolas y pétalos y devolvemos sus jugos a la tierra.

Hijos del laboratorio y de los circuitos impresos, coloreamos nuestros sueños en las paredes de nuestro templo de silicio. Sabemos que la felicidad durará mientras los electrones, estrellas fugaces, crucen nuestra espina en alocada procesión.

Sabemos también que la fuente no es inagotable:

nos aterroriza el fin de la rumba. No sé mis hermanos, pero yo tengo una certeza:

Mientras dure mi amor

le cantaré a los hijos de Magda.


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