A+ A A-
Xavier B. Fernández

Xavier B. Fernández

Nació en 1965 en el barrio de Gracia de Barcelona, España, y por ahí sigue. Estudió Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Ha trabajado como descargador de camiones, dependiente en una tienda de discos, mozo de gasolinera, auxiliar administrativo, dibujante de storyboards, extra de cine, guionista de televisión, periodista y dibujante de cómics (con el seudónimo de Jimmy Jazz).

Ha escrito guiones de cine y televisión, una obra de teatro -Diógenes y Epicuro en el parque-, una novela -Kensington Gardens- y diversos relatos breves, publicados, sobre todo, en la revista literaria BADOSA EP.

Es colaborador habitual de El Nuevo Cojo desde 2003.

URL del sitio web: http://www.facebook.com/xavier.b.fernandez
  • Publicado en Cine

El Crimen Ferpecto: la venganza de los feos

André Bretón afirmaba, en el prólogo a su Antología del Humor Negro, que los españoles poseen un especial talento para ese tipo de humor. Sea verdad o no, Luis Buñuel, antiguo compinche surrealista de Bretón, sin duda lo poseía, como demostró en casi todas sus películas, pero muy especialmente en las de su etapa mexicana. México es un país surrealista, afirmaba Don Luis, y los mexicanos poseen un talento para el humor negro que supera al de los españoles. O al de cualquiera.

  • Publicado en Historia

También había negros en los campos nazis

Carlos Greykey nació Barcelona, el 4 de julio de 1913. En 1939 era uno de tantos combatientes por la república española que se tuvieron que exiliar en Francia. En 1941, tras la capitulación, los alemanes le enviaron a los campos de exterminio, como a cualquier otro español exiliado que encontraban durante el victorioso avance del ejército del Reich por Europa. Llegó al de Mauthausen el 21 de junio de 1941, hacinado en un tren con otros cinco mil compatriotas. Entre ladridos de perros y ladridos de soldados alemanes, cansados, maltratados y famélicos, los SS les formaron en el patio de los garajes y les hicieron desnudarse. Cinco mil. Y de todos ellos, el oficial al mando se tuvo que fijar en él. Y es que, entre la palidez terrosa de aquel mar de cuerpos demacrados expuestos al frío austriaco, el color ébano de la piel de Carlos destacaba inmediatamente.

  • Publicado en Cine

Batman vuelve: el rígido traje de goma sudada

¿Por qué Hollywood se empeña en adaptar al cine cómics de superhéroes clásicos, poniendo en ello tanto o mayor afán del que antes ponía en adaptar novelas y obras de teatro de éxito? Por los mismos motivos: pereza mental y afán de lucro. Los cómics clásicos, como las novelas y el teatro de éxito, proporcionan una narración ya estructurada y han formado un público, con el que cuenta de entrada la adaptación cinematográfica. Así que, en principio, son una inversión segura (en la realidad no, pero eso es otra historia). Con el público lector de cómics existe además la posibilidad de venderles elementos de merchandising de todas clases: abundan entre ellos los coleccionistas compulsivos.

El hombre que no estuvo allí

Ha costado mucho reivindicar la memoria de  los varios miles de españoles que, exiliados del franquismo tras la Guerra Civil, acabaron en los campos de exterminio nazis, con una "s" de spanier pintada dentro de un triángulo de franela morada cosido sobre la pechera de su uniforme a rayas. Durante años, la asociación Amical de Mauthausen ha realizado una constante labor de reivindicación y recuperación de esa memoria histórica. Y nadie ha trabajado más en ello que su presidente desde hace más de una década, Enric Marco.

La verdadera guerra es en casa

Tras Nueva York y Madrid, ahora le ha tocado el turno a Londres. Esto es una guerra, por si alguien aún no se había dado cuenta. Pero no una guerra entre la civilización occidental y la civilización árabe-musulmana. El mundo del Islam, de donde el enemigo procede, es tan víctima suya como occidente. En esta guerra el enemigo es invisible y el frente puede abrirse en cualquier calle, cualquier estación de metro en cualquier ciudad, enemiga o no. En esta guerra las víctimas son civiles que poco o nada tiene que ver con todo el asunto y los ejércitos están de más ya que el enemigo pretende ganarla de una sola manera: convenciéndonos de que le concedamos la victoria.

El nuevo evangelio de San Umberto

"Vaya, tenemos que leer otro de los evangelios de San Umberto" solía decir mi amigo y condiscípulo Iván al descubrir el inevitable libro de Umberto Eco en la bibliografía obligatoria de alguna de las asignaturas de Ciencias de la Información, la carrera que ambos cursábamos en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Superjueces y archivillanos

El viejo senador Pinochet, postrado en su lecho en aquella habitación de un hospital londinense, no daba crédito a sus oídos. ¿Realmente aquel funcionario de la embajada chilena en Londres le estaba diciendo: "Lo siento, excelencia, pero no va a poder salir del país. Scotland Yard tiene orden de arrestarlo mientras se resuelva una petición de extradición que pesa contra su excelencia".

En todas partes hay uno

Un señor en Oklahoma se compró una autocaravana, y con ella se fue a ver un partido de fútbol. De regreso a casa, puso el automático a 100 por hora y se fue a la parte de atrás a prepararse un café. El vehículo, por supuesto, salió de la calzada y acabó estrellado y volcado pocos segundos después. La historia es curiosa, pero no demasiado sorprendente: idiotas los hay en Oklahoma como en todas partes.

  • Publicado en Cine

El hundimiento (Der Untergang)

"El hundimiento" (Der Untergang) es el título de una película alemana, pero también podría ser el título de un artículo sobre el cine europeo actual. Si es que tal animal existe. Bueno, existir sí existe, pero gracias a los programas de protección de especies en peligro, como el rinoceronte blanco o el lince ibérico. Lejos queda la edad de oro, los años 50, 60 y 70, cuando Cinecittá era una seria competidora de Hollywood, y los italianos eran capaces incluso de venderles westerns a los norteamericanos. Cuando en Francia, Alemania o Suecia existía una producción cinematográfica regular, de notable calidad y capaz de producir éxitos internacionales.

El caso Scilingo

Su primera comparecencia a juicio fue el 14 de enero, viernes. Dos agentes de uniforme introdujeron a rastras en la sala de vistas de la Audiencia Nacional de Madrid a un anciano flaco de rostro demacrado y mejillas hundidas, todo nariz, de cabellos grises y escasos. Iba con los ojos cerrados y casi a rastras, vestido con un forro polar abrochado hasta la barbilla y unos guantes de lana. Le sentaron en el banquillo, del que resbalaba constantemente como un títere desmadejado, y le arrebujaron en una manta azul. Parecía un homeless moribundo recién recogido en la calle. Era el ex capitán de fragata Adolfo Scilingo, el primer militar argentino que iba a ser juzgado por  crímenes contra la humanidad cometidos durante el período (de 1976 a 1983) de la dictadura en su país.