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Xavier B. Fernández

Xavier B. Fernández

Nació en 1965 en el barrio de Gracia de Barcelona, España, y por ahí sigue. Estudió Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Ha trabajado como descargador de camiones, dependiente en una tienda de discos, mozo de gasolinera, auxiliar administrativo, dibujante de storyboards, extra de cine, guionista de televisión, periodista y dibujante de cómics (con el seudónimo de Jimmy Jazz).

Ha escrito guiones de cine y televisión, una obra de teatro -Diógenes y Epicuro en el parque-, una novela -Kensington Gardens- y diversos relatos breves, publicados, sobre todo, en la revista literaria BADOSA EP.

Es colaborador habitual de El Nuevo Cojo desde 2003.

URL del sitio web: http://www.facebook.com/xavier.b.fernandez
  • Publicado en Cine

On the Road: la decepción inevitable

Si bien el viaje puede ser una buena metáfora de la novela—que es un trayecto desde el inicio hasta su conclusión, punteado por distintas escalas y ocasionales momentos para pararse a contemplar el paisaje—la novela que lleva el viaje en el nombre, en el argumento y en el mito es, quizá, la que peor se aviene con tal metáfora. 

Entrevista a Gonzalo Garrido, autor de “Las Flores de Baudelaire”: “La industria editorial está en franco retroceso”

Bilbao, 1917: la hija de un rico industrial aparece brutalmente asesinada. Un detective aficionado, un fotógrafo de prensa que por su trabajo trata a veces con la policía, será el que tire del hilo de una trama donde se entrecruzan, entre otras urdimbres, las de la codicia y las que se tejen en los rincones más oscuros de la alta y la baja sociedad bilbaína de la época; un hilo que, cual Ariadna, le llevará a un desenlace inesperado, por decir poco. Como telón de fondo, la I Guerra Mundial vista desde la España neutral de la época, y en especial desde un Bilbao donde la alta burguesía industrial se enriquecía a toda velocidad vendiendo a ambos bandos contendientes metales para fabricar armas. Este es, grosso modo, el argumento de la primera novela de Gonzalo Garrido (Bilbao, 1963), un activo bloguero que inicia así su carrera literaria, pues hasta ahora ejercía de consultor de comunicación. Y sigue ejerciendo, pues lo de vivir de escribir novelas no es tarea fácil; aunque la primera haya sido un inesperado éxito de ventas, como es el caso.

  • Publicado en Artes

El arte de hacer volar a un gato

Siento un gran interés por el arte moderno. No porque me guste en sí mismo—casi nada posterior a Andy Warhol ha conseguido gustarme— sino porque me fascina el circo que lo acompaña y se monta a su alrededor. Y, sobre todo, porque me gusta ser sorprendido. Y el arte moderno parece tener una inagotable capacidad para sorprenderme. Por eso si voy a Londres no dejo de visitar la Galería Saatchi, y me trago puntualmente (por la prensa; mi presupuesto no da para ir a Londres con tanta frecuencia) cada edición de los premios Turner, de la feria Arco de Madrid y de, entre otras, la muestra KunstRai de Amsterdam. En cuanto que buscador de sorpresas, el arte moderno nunca me ha decepcionado: he visto artistas vender su cama deshecha, carroñas guardadas en formol o sus propios excrementos enlatados. He visto a un chino cocinar y comerse un feto humano (falso, por fortuna), a unos ingleses pintar caras de payaso sobre unos aguafuertes de Goya (auténticos, por desgracia) y hasta al Dalai Lama con metralleta. Lo que no había visto nunca era un gato volando.

Pues ahora ya lo he visto.

  • Publicado en Música

VU: La banda más influyente de la historia del Rock

¿Cuál es la banda más influyente de la historia del rock? Ése es un podio muy discutido. Los candidatos más usuales son The Beatles, The Rolling Stones, David Bowie (como solista) o The Sex Pistols. Todas ellas reúnen méritos para aspirar a él, pues todas han marcado un punto de inflexión en la historia del rock y todas han dejado tras de sí una más o menos larga lista de discípulos, herederos e influenciados. Pero ninguna tan larga como la de la Velvet Underground.

Españoles, Franco ha vuelto

A más de treinta años del "Españoles, Franco ha muerto" que marcó el fin de su vida y su régimen dictatorial, la presencia del General Franco vuelve a hacerse notar con fuerza en la actualidad española.

  • Publicado en Opinión

Con Mahoma hemos topado

Buena la hizo Mahoma al prohibir a sus seguidores cualquier tipo de representación de su imagen. Y eso que su intención no era mala: evitar que el culto que él había inaugurado cayese en la idolatría. Pero, con la asunción de la iconoclastia como rasgo determinante, y el texto escrito como único vehículo, el Islam se enrocó en la literalidad (que viene de letra) y le cerró el paso a la imaginación (que viene de imagen). Y el arte islámico, tras un periodo de gran esplendor (que coincide más o menos con la existencia de Al Andalus, el califato árabe en lo que hoy es España) cayó pronto en un estancamiento del que aún no se ha recuperado.

Evo, visto desde Europa

Tras ganar las elecciones, y tras visitar a los amigos del vecindario –Fidel Castro en Cuba, Hugo Chávez en Venezuela-, Evo Morales se fue a Europa, a calmar los ánimos de los inversores,  que tras haberle oído decir aquello de que iba a nacionalizar los recursos naturales de Bolivia andaban tentándose el billetero con algo más que nerviosismo.

King Kong (1976)

Lema: El evento cinematográfico más emocionante de todos los tiempos (modestos, los publicitarios).

Argumento: Una expedición petrolera, de la que forma parte una rubia cañón que no se sabe muy bien qué puñetas pinta allí, llega a una isla perdida. Petróleo no encuentran, pero sí un montón de nativos enfadados (debían tener noticias previas de cómo se las suelen gastar los petroleros con los nativos), algunos dinosaurios y un gorila de la talla XXXL que se lo quiere montar con la rubia, sin atender a diferencias de especie ni de tamaño. Y todos juntos se van a Nueva York a armarla muy gorda.

...Y si no, nos enfadamos

Lema: Los malos se enfadan... los buenos se enfadan... ¡todo el mundo se enfada! (más bien pleonástico y bastante reiterativo)

Argumento: Más o menos, el mismo que cualquier otra película del tándem Terence Hill/Bud Spencer: Dos simpáticos aventureros (aquí, corredores de carreras de bólidos), uno rubio, flaco e idealista y el otro gordo, práctico y gruñón. El flaco siempre le toma el pelo al gordo, pero ambos son amigos. Como quien no quiere la cosa, se cruzan en el camino de una banda de gángsters más bien ridículos, que amenazan a un grupo de buena gente sencilla (en esta ocasión, los trabajadores de una feria ambulante). A partir de ahí sigue mucha pelea a tortas sin muertos ni heridos, siempre amenizada por alguna pegadiza canción de Guido y Maurizio de Angelis.

  • Publicado en Opinión

Arde París

París es una de las ciudades más bellas, elegantes y civilizadas que conozco. Si no la que más. Da gusto pasear por sus calles, entre toda esa agradable arquitectura. En semejante decorado, parece que por fuerza los parisinos deben ser abiertos, cultivados, cosmopolitas, bonvivants, chics, amantes de los buenos vinos, la buena literatura y las canciones de Serge Gainsbourg. Y, efectivamente, lo son.