- Publicado en Poesía
- Por José Miguel López
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International Pony
Sólo somos agua y corazón, química y electricidad.
Nos delatan el pozo profundo en la mirada
y los mares de la Tierra que se dibujan en nuestras ropas.
Sólo somos agua y corazón, química y electricidad.
Nos delatan el pozo profundo en la mirada
y los mares de la Tierra que se dibujan en nuestras ropas.
En la cabina presurizada
por encima del Caribe
armar versos como rayas en un espejo
mis ojos narices y el cielo la rumba
mientras abril y marzo atraviesan mis tímpanos
con un chorro de miel radioactiva.
Te amo con tus silencios de miedo de duda
de costumbre
con la infancia que te salpicó los brazos
con tus caricias de manos atadas con el canto anunciador de tu apocalipsis diaria
Hombres actuando como mujeres
Homens agindo como mulheres
Y tendiendo al infarto
E tendo enfarte
¿Por qué no van coser, trapear,
Porque não vão coser, lavar talheres
Nadar, o a sus clases de arte?
Nadar, praticar arte?
Soy, un viejo caserón, al que todos miran, pero nadie contempla.
Mis desgastados cimientos se deterioran.
Mis puertas y ventanas destartaladas, golpean con sonido terco cuando el viento las asedia.
Hace seis años conocí al poeta Miguel James a través de Roberto Rodríguez, un escritor de narrativa quien nos instruía en las prácticas de Tai Chi de la Facultad de Ciencias de la UCV. Roberto, quien ya conocía mi admiración por la poesía de Miguel James, nos presentó. Recuerdo que me sorprendió la timidez de Miguel, aunque la misma se mezclaba genialmente con una risa a carcajadas; el poeta caminaba relajado mientras inadvertidamente seguía disfrutando de "los lindos culitos de las bellas muchachitas" bajo el sol mañanero y pacífico de una Caracas que aún olía a la rumbas de los viernes y sábados.